logoagrupacion

domingo, 28 de junio de 2015

CALOR Y GENTÍO MAGNOS

La virgen del Carmen a su paso por la Ribera rumbo a la Catedral
 
     Devociones aparte, que las hubo y muy señeras, la de ayer fue una jornada de altas temperaturas en las que no se alcanzó el éxito logrado por la experiencia primera del Via Crucis de la Fe en lo que a movilización de personas se refiere. Las temperaturas se hicieron algo más insoportables en las bullas que se formaron en los principales puntos de atención hasta que cayó el sol.

    Tales eran las ganas de Magna Mariana de cordobeses y personas llegadas desde otros puntos de la geografía provincial, andaluza y de España. Tan alto fue el interés mostrado por cordobeses y visitantes como alto el desinterés de gran parte de los representantes municipales de la capital, con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, a la cabeza, que decidió no asistir de manera oficial al evento de carácter religioso.

    La asistencia de personas al recorrido oficial fue muy alta, si bien notoriamente menor que en el Via Crucis de la Fe. También los hubo que prefirieron contemplar el paso de las imágenes de la Virgen en otros puntos de su recorrido. Acompañaban desde la Trinidad con fervor sus hijos egabrenses a la Virgen de la Sierra, que recibía en la plaza del doctor Emilio Luque los vítores de un sacerdote al que más tarde se veía acompañando a la Virgen llegada desde Carcabuey. La banda de música se escuchaba por las calles adyacentes y no muy lejos, entrando en la calle Santa Victoria, ocurría lo mismo con la Virgen de Belén. En cualquier caso, las principales bullas venían ya desde antes de las seis de la tarde de la Cuesta de San Cayetano.

    Puntos de especial interés fueron las calles Capitulares, Diario de Córdoba y San Fernando, por donde accedieron a la Ribera la mayoría de las hermandades, así como la confluencia de San Fernando con Lucano, donde se concentró una ingente multitud de personas que esperaban ver llegar a la Cruz del Rastro el mayor número de cortejos posible.

    No hubo, por tanto, grandes embotellamientos aunque sí aglomeraciones considerables entre el arco de San Francisco y la Cruz del Rastro principalmente, así como en la intersección de Claudio Marcelo con Capitulares y Diario de Córdoba. La primera mitad de la calle San Fernando permitió ver el paso de las imágenes de la Virgen con total tranquilidad, sin bullas y con bastante espacio para moverse en elgunos puntos. De hecho, esa zona de la ciudad veía llegar al primero de los cortejos, el de la archicofradía del Carmen de San Cayetano, sin apenas personas en las aceras. Eran las siete y media de la tarde. Aún hacía calor y el público comenzó a llegar precisamente con las primeras Vírgenes.

Vítores al paso de las Vírgenes

    Algunas personas aprovecharon para entrar a los bares de la zona a refrescarse y otras sacaron las sillas de su casa a la calle para ver pasar la procesión. Los abanicos no paraban en las manos de ellas y en las de ellos y hasta algún turista que se sorprendía con lo que contemplaba entre naranjos recurría a un ventilador de mano para aliviarse.

    Por la calle San Fernando y por Lucano llegaban una tras otra, sin solución de continuidad, las imágenes más veneradas de la capital y la provincia. Algunos regidores con las devociones de sus municipios. Entre ellos se vio al alcalde de Palma del Río con su Patrona la Virgen de Belén; y al de Cabra con la suya, la Virgen de la Sierra. Fue por cierto ésta una de las más vitoreadas y aclamadas a su paso por los asistentes, que dedicaron vivas y aplausos a las imágenes más conocidas de la provincia.

    Eran éstas esperadas con expectación, aunque se recibió con igual cariño en las calles a todas las devociones marianas, tuvieran más o menos nombre fuera de su localidad, que ayer tomaron la ciudad camino de la Catedral que este año cumple 775 años por los que se ha organizado este evento.

    Ya bien entrada la madrugada se ponía el punto y final a una jornada magna en organización y devocisón.
    
J. Prieto - Diario ABC de Córdoba 28/6/2015