La Virgen de la Sierra en su "Bajá" extraordinaria a Cabra
Repicaron nuevamente las campanas del santuario de Nuestra Señora de la Sierra anunciando su partida. El Picacho se vestía nuevamente de gala para una nueva celebración mariana en este Año Jubilar que celebra la Real Archicofradía de la patrona de Cabra, una nueva celebración que se enmarca en el contexto de la próxima celebración Magna que bajo la denominación de «Regina Mater», convocará en Córdoba el próximo 27 de junio a las devociones marianas más importantes de la provincia entre las que se encuentran la veneración a la Virgen de la Sierra.
Así pues, la Virgen se ponía en camino para visitar la Córdoba eterna, aunque su llegada no se producirá hasta el domingo de la semana próxima. En torno a las 18 horas y una vez finalizado el rezo del Santo Rosario las plateadas andas de viaje que han sido restauradas para la ocasión -y que también podrán verse en Córdoba cuando la Virgen haga su entrada cruzando el puente romano- cruzaban el cancel de piedra dando comienzo una Bajada a la ciudad con tintes extraordinarios.
En primer lugar, la hora se ha retrasado de como viene sucediendo cada cuatro de septiembre, siendo también distinta a la que salió hace diez años cuando la Divina Imagen llegaba a la ciudad egabrense con motivo de su Coronación Pontificia. Desde medio día el servicio de autobuses se vino encargando de transportar a los fieles que quisieron acompañara la Señor en un camino en el que predominaron las suaves temperaturas. Bajo su templete la Señora lució el mismo manto utilizado en la Bajá extraordinaria de 2005 el cual data de 1802, donado por doña Josefa de Abril, siendo una rica pieza de color rosa tejida en seda y plata, con dibujos en seda granate y con encaje de hilo de plata.
Para la ocasión la imagen lució una corona y rostrillo plateados y su flor más característica: los nardos, que fueron colocados en cuatro centros que exornaron las cuatro esquinas de las andas. No faltaron tampoco caballistas integrantes de distintos centros y colectivos ecuestres que siguieron la estela de la Patrona durante todo el camino.
Nuevo recorrido
El tránsito de peregrinos se desarrolló con normalidad a lo largo de un camino en el que se sucedieron las paradas de costumbre en la finca «La Viñuela», casilla de la Salve en la que Antonio Roldán Molina entonó como es habitual la Salve popular, la casilla de Góngora, el antiguo paso a nivel en el que la Divina Serrana vuelve sus ojos hacia los enfermos que a pocos metros pueden divisarla desde los ventanales del hospital Infanta Margarita.
A su llegada a Cabra el recorrido utilizado varió con respecto a cada cuatro de septiembre ya que la imagen no hizo la parada habitual en la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo para el cambio de manto y celebración de la Santa Misa, solamente se detuvo por unos instantes en la puerta de dicho templo para continuar en dirección a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles. Tampoco pasó la comitiva por los arcos de la antigua calle Baena, si lo hizo por las calles San Marcos y Nicolás Albornoz para llegar a las puertas de la Casa Consistorial donde la Corporación constituida esa misma mañana esperaba para recibir a la Señora e imponerle el alcalde de Cabra, Fernando Priego la vara que desde hace 57 años nombra a la Patrona como alcaldesa perpetua de todos los egabrenses.
La celebración extraordinaria culminaba con la llegada al templo parroquial en el que la Virgen permanecerá hasta que el sábado próximo realice la histórica visita prevista a los pueblos del entorno en los que tiene gran devoción: Priego, Luque, Zuheros y Doña Mencía. Y el domingo 21 haga lo mismo cuando de camino a Córdoba pare en Nueva Carteya y Espejo.
R. C. M. - Diario ABC de Córdoba 14/6/2015
