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martes, 17 de febrero de 2015

NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE AGUILAR DE LA FRONTERA

Nuestra Señora de los Remedios de Aguilar de la Frontera
 
 
    La devoción y culto a la Virgen de los Remedios de Aguilar de la Frontera está vinculada desde sus orígenes a la cofradía penitencial más primitiva y antigua de la Semana Santa: la Hermandad de la Veracruz, de la que es Titular mariana desde los lustros centrales del siglo XVI, en los que se fecha la erección canónica de esta cofradía. Existen documentos que acreditan que en el año 1553 la hermandad de la Veracruz está erigida en la ermita de la misma vocación, situada en el extrarradio del pueblo, junto al camino o carrera de los Moriles, siendo su primer hermano mayor Luis de Barrionuevo.
    Un dato tomado de las cuentas presentadas por la cofradía al obispado en 1575, atestigua que se pagó al carpintero Francisco de la Cruz tres ducados por la hechura de unas andas. Con toda probabilidad dichas parihuelas estaban destinadas para portar la imagen de la Virgen, ya que le crucificado, por un reducido tamaño, era llevado en las manos por un sacerdote.
    Los rasgos estilísticos de la Virgen, aunque alterados por algunas restauraciones, acreditan su antigüedad. Se trata de una talla que pudo realizarse en el último tercio del siglo XVI, siendo muy característico del periodo en el que la imaginería mariana presentase las denominadas “manos de tenedor” que aún conserva la Virgen de los Remedios de Aguilar.
    En la segunda mitad del siglo XVIII la hermandad de la Veracruz, al igual que ocurrió con las demás de penitencia y gloria, sufrió una periodo de declive, que la llevó hasta prácticamente su extinción, circunstancia que vino originada, en gran medida, por las prohibiciones eclesiales que se dictaron desde el Obispado cordobés. Aun así, el culto a la Virgen de los Remedios en la ermita de la Vera Cruz se mantuvo sustentado por el fervor devocional del barrio y en la mayordomía del templo, que consiguió preservar las tradiciones procesionales del Jueves Santo y día de la Vera Cruz.
    El resurgir cofrade del último tercio del siglo XIX daría origen a que se refundase la primitiva hermandad, teniendo ya como única Titular a la Virgen de los Remedios. Los nuevos estatutos son aprobados por el obispo de Córdoba, Juan Alfonso de Alburquerque, el 16 de marzo de 1871. A partir de este año la Virgen de los Remedios protagonizaría en solitario las procesiones del Jueves Santo y la del Día de la Cruz, congregando en ella la historia de la primitiva hermandad penitencial y aglutinando todo el fervor popular mariano del barrio y del pueblo.
    Acrecentada y consolidada la devoción a la soberana Imagen en su ermita de la Veracruz durante las primeras décadas del siglo XX, será la segunda mitad de esta centuria cuando acredite dicho predominio con dos hitos históricos que marcan la sólida devoción que el pueblo de Aguilar profesa a esta peculiar imagen mariana, que ha concitado en torno suyo tres perfiles devocionales: penitencia, letífico y romero.
     El primero de los hitos acontece en el mes de junio de 1981 con la creación de la romería nacional en honor de la Virgen de los Remedios  donde recibe la visita de miles y miles de romeros de Aguilar y pueblos limítrofes. Tal Arraigo quedó consagrado y refrendado de forma palmaria con el segundo hito devocional del siglo XX: la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Remedios, acontecimiento celebrado el 22 de septiembre de 1996.