Nuestra Señora de la Fuensanta de Córdoba
La Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad de Córdoba
y cuya festividad se celebra el 8 de septiembre cuenta con una fuerte
devoción entre los cordobeses. Narra la leyenda que la Virgen se le apareció
milagrosamente entre 1442 y 1450, junto a un pozo, a Gonzalo García, cojo por
un caimán traído de África que se había comido a muchos lugareños de la zona.
El lugar exacto de la aparición es el interior del tronco de
una higuera en la huerta de Albacete, un espacio en el que pudo existir
antiguamente un monasterio o ermita, tal vez la de Santa María de las Huertas.
La imagen, de mármol o alabastro, se encontró rota en la propiedad de Gonzalo
García, quien la guardaba con veneración. Por ese motivo se hizo otra de barro
cocido, que ha sido sometida a numerosos retoques.
Es una imagen representada de pie, coronada, de larga
cabellera y revestida de una túnica con pliegues amplios, no muy ondulados y
verticales que cubren la imagen hasta los pies, sosteniendo al niño en su brazo
izquierdo. El rostro de La Virgen resulta un tanto inexpresivo, como las
imágenes realizadas a lo largo de esta fecha en el panorama andaluz, donde los
modelos de representación estaban todavía anclados en el medievo. Se trata
de una Virgen fechada en la segunda mitad del siglo XV y que está tribuida al
círculo artístico de Lorenzo Mercadante, artista afincado en Sevilla entre 1453
y 1467.
La imagen se depositó en la Catedral de Córdoba hasta la
construcción del humilladero en 1494. Hay dos momentos muy especiales que
prueban la devoción a la Virgen de la Fuensanta. EN 1987, cuando fue nombrada
patrona de las cofradías de la Semana Santa de Córdoba, y para ello acudió a la
Catedral de Córdoba; y su coronación pontificia, el 2 de octubre de 1994. En
aquella ocasión, el Papa Juan Pablo II se refirió a ella como patrona de
Córdoba. En 2011, la Agrupación de Hermandades de Córdoba recuperó la procesión
presidida por la Virgen de la Fuensanta por las calles del barrio en el que se
encuentra su santuario y en 2014 llegó a la Catedral por la mañana del día 7
para volver triunfalmente en la tarde y noche.